El proyecto Carriches, con sede en Toledo, se erige como un faro de innovación en la producción energética. En colaboración con Biomargas, este proyecto tiene como objetivo generar 150 GWh de biometano anualmente, utilizando principalmente purines, estiércol y excedentes de gallinaza de la industria avícola local.
El proceso pionero de digestión anaeróbica convertirá estos residuos en biometano de alta calidad, una fuente de energía limpia y sostenible. Además de reducir la dependencia de combustibles fósiles, Carriches promoverá prácticas agrícolas más sostenibles al producir biofertilizantes a partir de los subproductos del proceso.